Dicen que nadar con delfines en Cancún es una de las cosas que hay que hacer cuando menos una vez en la vida. Radico en el Caribe Mexicano desde 2005 y he trabajado en agencias de viajes prácticamente desde ese año, así que he tenido la fortuna de nadar con delfines en tres ocasiones y puedo decirte que cada experiencia ha sido memorable.

Hoy te contaré cómo fue la primera vez que nadé con delfines en Cancún.
¿Cómo se siente nadar con delfines en Cancún?

¡Mi primer encuentro con los delfines fue súper emocionante! Se trató, además, de la primera ocasión que visité Isla Mujeres. Muy temprano por la mañana, mi compañero Paco y yo abordamos el barco de Dolphin Discovery en Playa Langosta.
El viaje en barco a Isla Mujeres

En la embarcación disfrutamos un rico desayuno con café, fruta y pan. Luego aprovechamos el viaje para platicar acerca de la vida caribeña y contemplamos las cristalinas aguas del mar y los tonos azules que el blanco fondo marino refleja del cielo.

Así fue mi primer nado con delfines
Hay que poner mucha atención a la explicación previa
Llegamos al delfinario de Dolphin Discovery y nos alistamos de inmediato para nadar con delfines en Cancún. Ya veníamos con traje de baño puesto, sin protector solar y listos para entrar al agua.

Dejamos nuestras cosas en un locker y entramos a una salita en la que nos hablaron de la anatomía del delfín, cómo tener contacto físico con él y muchos más datos interesantes. ¡Recuerdo que en este punto mi corazón latía a 1,000 por hora!

La emoción previa flota en el aire
Éramos parte de un pequeño grupo de turistas y varios de nosotros compartíamos miradas de emoción y alegría. Caminando entre las plataformas de madera del delfinario pudimos ver otros grupos de personas interactuando ya con delfines, mucho más cerca que a nuestra llegada al muelle de Dolphin Discovery.

¡La velocidad de estos mamíferos es sorprendente!
Entramos al agua, que se sentía aún algo fría por la hora del día y creo que también por la temporada del año. El entrenador nos presentó con dos hermosos delfines, que nadaron velozmente muy cerca de nosotros. A su señal ambos saltaron fuera del agua un par de veces y todos quedamos sorprendidos.
Encuentro cercano del mejor tipo
Durante la aventura, tuve la oportunidad de escuchar la “voz” de los delfines, toqué su piel (se siente lisita, como si tuvieran un traje de plástico o algo así), tomé su aleta con mi mano a manera de saludo y hasta me dio un besito para la foto.

Dorsal Tow: Ahora sí, a nadar con delfines
La cosa se puso más intensa cuando el entrenador me pidió que me alejara nadando del grupo y extendiera mis brazos a los lados. Yo era el primero del grupo que haría eso, así que no sabía bien qué esperar. Seguí las instrucciones y en cuanto sentí las aletas dorsales de los dos ágiles mamíferos fui jalado por su fuerza increíble.

¡A esto se referían cuando decían que nadar con delfines en Cancún cambia tu visión del mar y las criaturas que lo habitan! Y es que como humanos tenemos la idea de que somos los seres más fuertes y capaces del planeta. Experiencias como esta nos abren los ojos a la realidad: Ni somos los únicos seres inteligentes en la Tierra ni los más fuertes. Y en el agua, definitivamente no somos los más veloces.
Foot push: Dos motores que operan a base de pescado
Terminé de comprobar lo anterior cuando repetí el proceso de alejarme nadando del grupo. En esta segunda ocasión debía estirar mis piernas y ponerlas relativamente rígidas. ¡Los delfines impulsaron las plantas de mis pies con su nariz y fue como si tuviera un poderoso motor en cada pierna!

La “Tortugranja” de Isla Mujeres
Después de vivir la experiencia de nadar con delfines en Cancún y todavía con la adrenalina fluyendo al máximo, hice con mi compañero Paco un tour guiado en bicicleta desde el delfinario hasta la granja de tortugas de Isla Mujeres.

Este pequeño recinto está dedicado a salvaguardar los huevos de tortuga una vez que las hembras los depositan en las playas de la isla. Vigilan que los huevos eclosionen y cuidan a las tortuguitas hasta que son lo suficientemente fuertes como para nadar solas mar adentro y alejarse de sus depredadores naturales en la costa. La “Tortugranja”, como se le llama localmente al lugar, también tiene áreas para cuidar y rehabilitar tortugas adultas que están enfermas o lastimadas.

¿Vale la pena nadar con delfines en Cancún?
¡Claro! Te permite estar frente a estos maravillosos mamíferos marinos que de otro modo solo verías en fotografías o videos. Estoy convencido de que para amar realmente algo hay que conocerlo, ¡vivirlo! También me parece que no hay mejor manera de aprender que la experimentación.
Como dije antes, sentir la fuerza, velocidad y agilidad de los delfines, darnos cuenta de que piensan y se comunican como nosotros, nos hace conscientes de su existencia y de la necesidad de proteger sus hábitats naturales.
¡Ven a nadar con delfines en Cancún! No te arrepentirás, te lo aseguro.